Los traumas si existen*

Gracias a mi abuela paterna odio los gatos, no se por que tenía una extraña fijación por adoptar gatas pirujas (según yo y gracias a dicho trauma esto es una redundancia), no tenían ni un par de días en la casa de mi abuela, cuando nos salían con su domingo siete, y toma al rato la casa tenia un chingo de gatititos regados por doquier, y no es por nada pero es difícil deshacerse de ellos, quien quiere un gato corriente en su casa? (a parte de mi abuela pues) pues nadie. Bueno, alguien explíquele a una niña de 5 años que debajo del cojín donde se sentó hay un gatito, y que pudo haberlo matado de no ser por que los gatos son mendigos y canijos desde chiquitos y se defienden peor que la tigresa (no la del oriente), o diganle porqué hay un gato atrapado en el refri de su abuela, o por que todo huele mal aunque limpien, por qué ya no puede quitar ese olor impregnado, o por que te arañaaaaaaan sin razón, te ven feo cuando les hablas lindo, se van cuando quieres que estén y llegan cuando no los quieres, grrrrr eniwey.

Odio los gatos.

Hace poco mi novio recogió un gato de la calle, estaba bien chiquito, y lo odie, no tanto como a los otros, pero chale, me ponía celosa de él, por qué llegábamos al depa y quería acaparar a mi novio, aahhhhhhhhhhhggggg era difícil, como cuando me decía ya me voy por que tengo que jugar con tulipán (así se le puso al intruso) y yo decía ya bastaaaaaaa, o cuando iba por mi a mi casa y llevaba al gato en el carro y yo decía, bieeen paseo en familia!!!, jajaja no se, yo se que mi novio lee esto, y no me queda más que decirle ohhh amado vic, tu gato era lindo :D, y neta este sentimiento es más fuerte que yo, perooooo....... si lo disimulaba no?

JA! soy linda pero buena gente.